Mateo Flores: excepcionalidad y marginación
Doroteo Guamuch Flores (Mateo Flores) nació el 11 de febrero de 1922. Es el deportista más destacado de Guatemala, pues consiguió numerosos e importantes triunfos para el país, durante los 16 años que dedicó al atletismo (1941-1957). En su carrera como corredor de largas distancias sobresalen sus participaciones en los juegos de Barranquilla de 1946 y posteriormente en los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en Guatemala en 1950, en los que conquistó el Maratón Centroamericano de 21 kms. Su mayor triunfo deportivo fue el haber sido el primer latinoamericano en ganar la Maratón de Boston el 19 de abril de 1952 con un tiempo de 2 horas con 31 minutos y 53 segundos. Posteriormente Mateo Flores se graduó como profesor de Educación Física. En marzo de 1991, recibió como homenaje y reconocimiento personal, el galardón "La Ceiba de Oro", por sus proezas como deportista guatemalteco destacado.
La afición de Mateo Flores por el atletismo lo llevó a adoptar una fuerte disciplina de entrenamiento. Se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana y salía de su casa - ubicada en Mixco a unos quince kilómetros de la ciudad de Guatemala - para correr varios kilómetros, iba a San Lucas y al Mirador corriendo; a las seis de la mañana volvía al hogar para tomar un ligero desayuno y luego se marcaba hacia la fábrica de textiles "Nortropic", donde laboraba. Al concluir la jornada de trabajo, proseguía con su entrenamiento, pues corría aproximadamente dos horas más, de seis a ocho de la noche.3
Según doña María Luisa Cifuentes - compañera de Mateo Flores - el salario de su compañero no era suficiente para el sustento de su familia, compuesta de siete personas. Esto no le permitía al corredor tener una alimentación adecuada para el deporte que practicaba. Asimismo, señalaba que un día el atleta pensó vender todos sus trofeos a la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala para comprarse una bicicleta.